jueves, 24 de octubre de 2013

Mi Sol



Es fácil comprender porque lo adoro. ¿Por qué los girasoles adoran al sol?
Él es quien les da la luz, la energía, el calor, a quien admiran con fervor cuando resplandece y por quien agachan la cabeza cuando se aleja, es su todo, el que los hace ser como son y lo que son, sin el que se acabaría su existencia.

Al conocerlo, cual girasol me abrí para usted, desnuda, le mostré mi alma, lo bueno lo malo y lo peor de mi, y lo aceptó todo, sin distinción, sin reproches ni prejuicios, y me regaló la luz, la libertad de ser yo misma, sin mentiras, sin miedos, apareció en mi vida y me devolvió mi ser, y yo decidí regalárselo a usted.


Encontré en usted un amigo, un compañero de viaje en mi nueva vida, una nueva ilusión, quien me cuida en mis malos momentos y quien comparte mis anhelos y mis fantasías, hace que quiera sentirme bien y que quiera ser mejor, y es quien me ha demostrado ser quien me dará la mano cuando me sienta perdida, quien será mi guía.


Es aquel que provoca dolor en mi cuerpo para calmar el de mi corazón, quien me hace estremecer, gemir, gritar de placer, de dolor, quien después de la dulce agonía me ofrece la más sincera y tierna de las caricias, quien me mira a los ojos sin inseguridad y sin miedo a mostrar su deseo, el deseo que siente por mi.


Anhelo con todo mi ser que llegue el momento en que utilice mi cuerpo, que lo use a su antojo como los girasoles giran su cabecita hacia la luz y se mueven a los caprichos y al poder del sol.


Deseo que descubra mi alma, totalmente abierta a su luz.

Es quien me humilla cuanto mas me respeta, quien me somete para liberarme, quien me causa dolor para adorarme, quien me dice quien soy y me muestra ante el espejo de mi propia alma, y me demuestra que para sus ojos soy la más deseable.


Es mi Amo, mi Señor, un Amo, respetuoso, amable, divertido, cariñoso, estricto, tolerante, con quien poder razonar y también aprender, que me consiente y me castiga en la justa medida, quien premia mi iniciativa y contiene mi impaciencia, capaz de proteger a la dulce y de someter a la indómita, alabando mi carácter en lugar de reducirlo, el hombre que merece que lo desee y le sea fiel, el Amo que merece mi adoración.


Se pregunta porque lo adoro, pues sólo preciso de tres palabras para decírselo, ES MI SOL.




vera



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