jueves, 20 de febrero de 2014

Bajo mi Piel




Ese es el lugar donde te hallas. No a mi lado ni frente a mí, estando en la distancia, pues varios kilómetros nos separan, a pesar de todo te siento conmigo.

Por primera vez en mucho tiempo me embarga una sensación de plenitud, pues  por una vez sé que no necesito a nadie, pero en cambio necesito sentirte conmigo, ser Tuya, Tu propiedad.


Solía pensar que no podía ser lo que Tu necesitabas, lo que querías, que nunca podría satisfacerte y que jamás sería suficiente para Ti, el solo hecho de pensar en estar a tu lado me hacía sentir diminuta, me empequeñecía todo lo que Tu eres.

Tú me has cambiado, me has hecho Tuya y tu grandeza ya no me hace sentir pequeñita, sino que me engrandece contigo. Me hace querer ser mejor, por mí y para Ti. Te admiro por tu inteligencia, pero también te adoro por tu enorme belleza, te deseo por lo que me haces sentir, te amo por lo que eres y sobre todo por lo que soy yo cuando estás conmigo. 


Has traído algo nuevo a mi vida, la calma, el equilibrio, antes de Ti he amado con todo mi corazón una vez, he entregado mi cuerpo y mi alma otra, mas nunca antes había sentido lo que Tú me das, lo que Tú me haces sentir.

No estás aquí conmigo, pero cierro los ojos y puedo notar el tacto de tus manos sobre mi piel desnuda, rozándome delicadamente, tus labios dulces besando los míos, saborearte con mi lengua traviesa, rozando todas las partes de tu cuerpo, puedo oír el suave susurro de tu voz en mi oído, dirigiéndome, encaminándome a un lugar donde no hay nada ni nadie más que nosotros dos, un lugar solo nuestro, puedo verme postrada a tus pies, entregada, sometida a tu voluntad solo por el propio placer de los dos, puedo sentirte en mi interior, haciéndome el amor, colmándome, haciéndome gritar de placer y derramando tu esencia en mi.

Deseo entregarte mi tiempo, mi vida, todo mi ser, mis sonrisas, mis  lágrimas, mi placer y mi dolor, mi cuerpo que ya te pertenece pues responde solamente a tus ordenes, toda mi esencia y mi alma que ya te reconoce como a su único Dueño.


A pesar de la distancia, de no poder tenerte a mi lado en todo momento, no puedo sentirme sola, no te necesito ni te extraño, pues no te siento lejos en absoluto, te siento en todo momento conmigo, en mi interior, pues ocupas siempre un lugar especial en mí, porque habitas todo mi cuerpo, tu lugar, bajo mi piel.



vera.





miércoles, 5 de febrero de 2014

ANIMALITO



Apareció como en un sueño, reclamando toda mi atención,  sin necesidad de decir más que las palabras justas que discretamente iban penetrando dentro de mí, sigilosas, haciéndome suya con cada una de ellas.

Cada día que pasa hace que sienta en mi interior algo nuevo, algo que no había sentido, algo que anhelo, que necesito.

Hablo de mis miedos y su respuesta no es que no debo temer nada, que no va a lastimarme, o que no me dejará caer… su respuesta, con un sencillo “quiero hacerte feliz” tiene más fuerza y la siento más real que cualquier promesa, pues no son sus manos las que me sujetan, sino su alma.

 Leo sus palabras y penetran en mí con tal intensidad que explotan en mi interior, colmándome, sintiendo su cercanía, su calor, su fuerza.

Deseo coger sus manos con las mías y acariciar mi alma, mi cuerpo, hacerlo suyo,  mojar sus dedos en mi sexo húmedo de placer , llevarlos a mi boca, saborear mi esencia solo de sus manos, deseo pertenecerle, pues ante su nobleza, su inteligencia, su cariño, su fuerza, no puedo más que postrarme a sus pies y someterme a sus deseos.

De ese modo, cuidándome antes de someterme,  dándome antes de pedir, valorándome a pesar de mis muchos defectos, haciéndome suya con sus palabras día tras día, me convierto sin darme siquiera cuenta en su propiedad, en su animalito, una cachorrita deseosa de permanecer a su lado, siempre obediente y sumisa.

Anhelo sentir su mirada sobre mí, desnuda en mi totalidad, pues no deseo solo desnudar mi cuerpo ante El, también mi alma y hacerla suya.

Deseo ser la primera y la última en sus labios, en su vida, ser su bien más preciado, entregarle mi placer y mi dolor, ser su mascota fiel, necesito tenerle dentro de mí o hallarme a sus pies cuando Él lo desee y  que sea una orden suya la que me convierta en esclava.

He aprendido con los años que a pesar de caer, siempre puedo levantarme y sin promesas ni palabras vacías Él me demuestra día a día que puede que caiga, pero si lo hago Él siempre está ahí a mi lado, me demuestra que aunque no puedo escapar del miedo o del dolor podemos superarlo juntos.

En este momento solo deseo quedarme con quien pueda estar sin mí, pero desee estar conmigo y es por eso que no deseo otro cuenco más que el suyo para saciar mi sed, ni el calor de otro cuerpo que no sea el suyo,  que sea su nombre el que grite de dolor o de placer,  deseo que sea Él quien sujete mi correa y su nombre el que encabece la leyenda de mi collar.

En este momento deseo olvidarme del mundo y poder ser solamente su Animalito.




vera.