Mi chiquitina

Hace un año ya de la despedida, de  la ilusión por esa nueva vida que no fue, de esas palabras que hoy comparto...



Mucho hemos pasado juntas en todos estos años, risas, cabreos, kilómetros, caídas tontas, abandonos en mitad de la autopista, algún que otro chichón, quemaduras, mucha fiesta y sobretodo mucho ruido.

Fuiste la primera para mí y contigo aprendí que no hay nada mejor que sentir la vibración entre las piernas, el olor a aceite y gasolina, ver el sol a lo lejos y notar el aire en la cara.


Hemos tomado el sol y también soportado algún que otro chaparrón que nos ha cogido de vuelta a casa.

Fuiste la mejor montura para una chica que a pesar de ser novata y joven, se negaba a abandonar los tacones y poco nos importaba que nos mirasen, cuando no eran demasiadas las chicas que conducían en lugar de ir de paquete, pues en el mismo momento en que empezabas a tronar... éramos libres.

Hoy, tras largo tiempo de verte acumular polvo, deseando volver atrás en el tiempo... te dejo para que vuelvas a rodar, para que, igual que antaño, sientas el cosquilleo y el calor de la carretera y nuevamente, aunque en otras manos, seas libre.

Volverás a rodar, a vibrar, a rugir y a regalar a tu nuevo compañero, miles de kilómetros, buenos momentos y recuerdos como los que yo guardo y que al igual que a mí, le acompañaran para siempre.

No voy a decirte adiós mi chiquitina, sigue rodando y sintiendo el viento, pues por mas que te alejes de mí, nunca existirá una despedida, solo un "hasta siempre".





Sara/vera