sábado, 8 de noviembre de 2014

Grita el Silencio






Grita en mi interior la ausencia de todo sonido, penetra en mis oídos una hermosa música que llena mi mente de acordes, de recuerdos, de momentos  y a su vez no logro más que oír el silencio, viajando a través de la bruma de mis sueños, los que me llevan cada noche hacia el lugar donde se encuentra el Único Dueño de mi alma, de mi ser, de mi vida.

Grita en mi interior el Silencio… y duele.

Siento la espera, la abrumadora necesidad de sentir Su piel, de entregar mi cuerpo, mi mente, mi alma, a Sus cálidas y acogedoras manos, sentir como prende mi alma en la Suya.

Resbalan las lagrimas por mis mejillas mientras escucho los acordes de una hermosa melodía que evoca todo cumulo de sentimientos, bellos recuerdos de momentos aun por vivir, sin siquiera saber si podré vivirlos algún día solo deseando, esperando.

Siento la falta, la ansiedad de unos besos que arden en mis labios todas y cada una de mis noches, en unos sueños dulces que se tornan amargos con la luz del amanecer, en mi soledad.

La difícil virtud de la espera, el dolor de la ausencia, la ansiedad del anhelo, esperanza del momento… recuerdos que brotan en mi mente como lamento de violines, como la música que a solas escucho, mientras le siento, íntimo y desconocido.

Brota de mis ojos cada gota, cada brillo, fragmentos del alma, resbalan por mis mejillas hasta llegar a mi pecho, donde se funde con el calor de mi sentir y emerge evaporado en la oscuridad de mis sueños, hasta llegar como lluvia sobre Su propia piel, en Sus ojos, recordando los míos en aquellos momentos, recuerdos por vivir en los que puedo sentir el amor, el placer de ver en ellos el brillo más intenso y deseado, el de Su sentir.

El dolor del peor castigo, aquel que nos impone el tiempo, la necesidad de sentir, el ardiente deseo, la emoción de encontrar, el alivio de Sus manos cerniéndose sobre mi cuerpo desnudo, absolutamente entregada, despojado de todo, incluso de mi propia alma que se funde con la Suya en eterno abrazo.

Siento en mi piel la fuerza de Sus ojos que me observan, que me cuidan y me desean en mis oscuras noches. Hacen que sienta el placer más infinito, el alivio de alcanzar el interior de mi luz, sentir mi piel arder de deseo, enrojecer, tornarse suave y hermosa bajo cada eslabón de esas cadenas que aprisionan mi cuerpo, que me enaltecen en suma belleza, que me hacen libre en Sus manos… para siempre.

Necesidad de Sus palabras, no solo puedo escucharlas, también sentirlas, penetran en mis oídos hasta llegar a lo mas intimo de mi ser, donde se esparce por mi cuerpo como el más dulce veneno, aquel por el que merece la pena morir del más inmenso y absoluto amor, ese que te hace vivir por siempre.

Dejar atrás todo aquello que un día fui, convertirme en el más hermoso ser que jamás hubiera podido imaginar… ver en la imagen reflejada de Su espejo a ese patito convertirse en cisne, a esa aprendiz de sumisa tornarse segura, bella, en esa nueva imagen de mí misma que solo puedo ver cuando le siento, esa imagen que anhelo más que cualquier otra cosa, humilde y obediente única en Sus manos, feliz… únicamente a Sus pies.

Siento en mi cuerpo un dolor mucho más intenso que cualquier disciplina, que cualquier castigo, siento la necesidad de amar, de complacer, de servir, de sentir…


Siento en mis Sueños el amor, la gracia de pertenecerle, una esperanza, ese momento aun por llegar, esa imagen hermosa en el espejo, siento el dolor de la espera, siento abrirse mi pecho y arder en mi interior Su luz, lamentando la llegada del despertar, siento mi entrega, mi sumisión, mi sentir… siento gritar el silencio.



vera.





2 comentarios:

  1. Hola Vera

    Deduzco echas de menos a una persona...

    Y eso produce mucho dolor...

    Todas las heridas cicatrizan... y ese cisne volverá a volar

    Animo!

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  2. Buenos Dias Amo y Sr

    Acostumbro a plasmar aquí parte de mi sentir, un pensamiento, una sensación, un recuerdo o en ocasiones simplemente un sentimiento de soledad.
    A veces se echa de menos a personas que no están, otras veces a las que están por llegar...

    Gracias por su comentario y por leerme.

    Un cordial saludo y feliz domingo :)

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